viernes, 16 de diciembre de 2011


Las actividades Primarias y el ambiente

Agricultura
En muchas áreas de América, algunas prácticas agro­pecuarias están provocando importantes procesos de de­terioro o degradación de los suelos.
¿Por qué se deterioran los suelos? Muchas veces, la cubierta vegetal se elimina con el fin de obtener tierras para la actividad agrícola. Un suelo sin cubierta vegetal está expuesto a la erosión o desgaste por efecto de los vientos (erosión eólica) o por acción de la lluvia o e agua superficia (erosión hídrica).
Pero también, cada año, se pierden miles de hectáreas de suelo fértil, porque e hombre elimina la capa de plantas que protege e suelo, a realizar acciones como la tala, a quema indiscriminada de árboles y el sobrepastoreo. Una vez que se produce e empobrecimiento, es difícil que el suelo pueda recuperarse.
Suelo bien cuidado sirve pora otra cosecha
La pérdida de fertilidad de los suelos o su agotamiento es una situación frecuente en aquellas zonas donde se implementa un uso agrícola intenso y constante. Si en un mismo campo se rea­lizan varias cosechas al año, durante muchos años seguidos, el suelo pierde sus nutrientes y hu­medad; como consecuencia, se vuelve cada vez menos fértil y provoca una disminución en el ren­dimiento de los cultivos.
El agotamiento del suelo también es provocado por la práctica del monocultivo, técnica que consiste en sembrar siempre un mismo producto. Esta práctica es nociva, pues cada planta re­quiere de un determinado tipo de sales minerales. Así, el cultivo de un solo producto hace que el suelo sufra una fuerte pérdida de determinadas sales minerales y se empobrezca.
El uso excesivo o mal uso de productos químicos (como abonos y plaguicidas) para mejorar y aumentar la producción de alimentos y materias primas, provoca la contaminación de suelos y aguas, y hasta perjudica la salud de los trabajadores rurales. Por ejemplo, en Canadá, la superfi­cie agrícola tratada con plaguicidas casi se cuadruplicó entre 1970 y 1995. Además, la mayor par­te de as plagas se ha vuelto más resistente, por lo que ahora se necesitan dosis más altas para combatirlas.
Sobrepastoreo y Desertizacion
En algunos lugares con clima seco, como la Patagonia y el norte de México, la erosión eólica afecta seriamente los suelos. Pero esos suelos también se deterioran por la forma en que se desarrollan las actividades ganaderas. Muchas veces, con e fin de obtener mayores ganancias, los productores ganaderos introducen más cantidad de ganado que e que pueden alimentar las pasturas natura­les. Esta práctica, conocida como sobrepastoreo, provo­ca que la cobertura vegetal se reduzca aún más y se in­crementen los efectos de la erosión eólica.
El deterioro de los suelos es tan grave que se estima que ya no podrán recuperarse y que se ha iniciado un proceso de desertización, es decir, de formación de desiertos.

Los recursos forestales
En los bosques y selvas encontramos una gran variedad de recursos. Ellos son los principales proveedores de diversidad biológica (variedad de especies animales y vege­tales) o biodiversidad del planeta.
Los recursos forestales tienen diferentes aplicaciones: para leña y carbón, es decir, co­mo combustible para uso doméstico (de suma importancia en las áreas rurales más pobres) y, fundamentalmente, como materia prima industrial; para la producción de madera aserra­da, y para elaborar pasta de madera y papel.
En América latina, la explotación de los recursos forestales se localiza en las áreas tro­pical y subtropical: cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco; en Centroamérica y el Caribe; a sur del Ecuador, y en e centro-este de Sudamérica. En estas áreas se encuentra alrede­dor del 52% del total de bosques tropicales que hay en el mundo.
En América anglosajona, los recursos forestales provienen del bosque frío de Canadá y del bosque templado de los Estados Unidos. Se destaca la explotación de bosques de coniferas en el noroeste de los Estados Unidos, y en e sudoeste y la llanura central de Canadá; y la explotación de robles y hayas, en las costas del Atlántico. La madera de todas estas especies es utilizada como insumo de numerosas industrias, como la de la construcción, la de la fabricación de muebles y la de la produc­ción de papel.
En algunas áreas de América, las formaciones boscosas naturales han sido reemplazadas por bosques implantados, como en el sur chileno, donde se forestaron grandes extensiones con bos­ques de pino.

Deforestacion y quema: enemigos de selvas y bosques
Como ya sabes, las selvas y los bosques son un recurso natural muy importante; sin em­bargo, la superficie que ocupan ha disminuido en gran parte. ¿A qué se debe?
Entre las causas más importantes, se destaca la deforestación, proceso que consiste en la eliminación de todos los árboles que se encuentran en un área. Esta actividad se relacio­na no sólo con la exploración forestal, sino también con la obtención de tierras para uso agrario y con a construcción de extensas rutas o asentamientos de población.
Los bosques también son destruidos por incendios. A veces, éstos se producen por causas naturales, como consecuencia de una prolongada sequía o falta de lluvia. Pero tam­bién los agricultores provocan incendios forestales, es decir, queman árboles para ampliar sus campos de cultivo.
La desaparición de bosques y selvas, ya sea por deforestación o incendios, es un serio problema ambiental. ¿Por qué? Una de las consecuencias de esta actividad es la disminución o pérdida de la diversidad biológica de las selvas. Por otra parte, la deforestación potencia el deterioro de los suelos, ya que éstos quedan expuestos a as lluvias constantes por la pérdida de la cobertura vegetal. Con el tiempo, el suelo se empobrece y deja de ser apropiado para que en él se desarrolle la vegetación. Al desaparecer la cobertura vegetal, se incrementan los caudales de los ríos y se corre el riesgo de que se produzcan inundaciones aguas abajo.    







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